Nota previa: a veces, alguna de las preguntas del examen de Lengua Castellana y Literatura II tanto de la antigua Selectividad como de la actual prueba de PEvAU generan cierta controversia. Es lo que ocurrió con la pregunta 4 del examen de la convocatoria de junio de 2017. “Explique las relaciones sintácticas que se establecen entre las oraciones del siguiente fragmento”, era el enunciado de dicha pregunta. Al leer detenidamente y con atención el fragmento propuesto, se podía observar cómo una de la oraciones que lo integraban (“que le habían engañado siempre”) ofrecía diversas posibilidades de interpretación, todas ellas perfectamente válidas desde el punto de vista sintáctico e, incluso, semántico. Esas interpretaciones son las siguientes:

1ª: subordinada adjetiva explicativa con función de adyacente (“que”= las cuales)

2ª: subordinada adverbial causal (“que”=porque)

3ª: subordinada sustantiva con función de complemento directo y yuxtapuesta a la subordinada sustantiva anterior.

De las tres posibilidades, la primera de ellas es la más sencilla de ver y supongo que fue aquella por la que se decantó la mayoría de alumnos que se examinaron y es la que será usada en la resolución de la pregunta. Sin embargo, las otras dos también hubiesen sido correctas.

Hecha esta aclaración previa, pasamos a resolver la pregunta 4 del examen de la convocatoria de junio.

Pregunta 4 del examen de PEvAU de Lengua Castellana y Literatura.

Convocatoria de Junio de 2017 – Opción A.

Don Blas vivía en plena arbitrariedad; para él había gente que no tenía derecho a nada; en cambio, otros lo merecían todo. ¿Por qué? Probablemente porque sí.

Decía don Blas que odiaba a las mujeres, que le habían engañado siempre; pero no era verdad; en el fondo esta actitud suya servía para citar trozos de Marcial, de Juvenal, de Quevedo…

A sus criados y labriegos don Blas les llamaba galopines, bellacos, follones, casi siempre sin motivo, sólo por el gusto de emplear estas palabras quijotescas.

Otra cosa que le encantaba a don Blas era citar los pueblos con sus nombres antiguos: Estábamos una vez en Alcázar de San Juan, la antigua Alce… En Baeza, la Biatra de Ptolomeo, nos encontramos un día…

Andrés y don Blas se asombraban mutuamente. Andrés se decía:

—¡Pensar que este hombre y otros muchos como él viven en esta mentira, envenenados con los restos de una literatura y de una palabrería amanerada es verdaderamente extraordinario!

En cambio, don Blas miraba a Andrés sonriendo, y pensaba: ¡Qué hombre más raro!
Varias veces discutieron acerca de religión, de política, de la doctrina evolucionista. Estas cosas del darwinismo, como decía él, le parecían a don Blas cosas inventadas para divertirse. Para él los datos comprobados no significaban nada. Creía en el fondo que se escribía para demostrar ingenio, no para exponer ideas con claridad, y que la investigación de un sabio se echaba abajo con una frase graciosa.

Pío Baroja, El árbol de la ciencia

Cuestiones

  1. Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto (puntuación máxima: 1,5 puntos).
    a. Indique el tema del texto (puntuación máxima: 0,5 puntos).
    b. Resuma el texto (puntuación máxima: 1 punto).
  2. Realice un comentario crítico del contenido del texto (puntuación máxima: 3 puntos).
  3. Explique las relaciones sintácticas que se establecen entre las oraciones del siguiente fragmento: Decía don Blas que odiaba a las mujeres, que le habían engañado siempre; pero no era verdad (puntuación máxima: 2 puntos).
  4. Exponga las características de las principales tendencias de la novela del siglo XX hasta 1939, y cite los autores y obras más representativos (puntuación máxima: 2 puntos).

Pregunta 4 resuelta

El fragmento está formado por una oración compuesta coordinada adversativa cuyas proposiciones están unidas mediante el nexo “pero”. La primera proposición es “Decía don Blas que odiaba a las mujeres, que le habían engañado siempre”. Dentro de esta proposición, la oración principal es “Decía don Blas”. De ella depende una oración subordinada sustantiva en función de complemento directo: “que odiaba a las mujeres, que le habían engañado siempre”. La oración subordinada sustantiva está introducida por el primer “que” (conjunción que actúa como nexo). En el interior de esta subordinada aparece, a su vez, una oración subordinada adjetiva o de relativo explicativa y con función de adyacente, la cual está introducida por el segundo “que” (pronombre relativo): “que le habían engañado siempre”.

La segunda proposición de la coordinada adversativa es “no era verdad”: al tener un único predicado verbal, se trata de una oración simple.


Autor del artículo: RDJ